¿Cuáles son las Mejores Posturas para Trabajar?
En la actualidad, el mundo laboral ha experimentado importantes cambios en cuanto a las condiciones y requerimientos del trabajo. Uno de los aspectos que más atención ha generado es la postura que adoptamos durante nuestra jornada laboral. Si bien la mayoría de las personas pasan gran parte de su día sentadas frente a un escritorio, cada vez son más los que realizan sus labores de pie. En este blog, exploraremos las ventajas y desventajas de ambas posturas, para determinar soluciones adecuadas según las necesidades de cada individuo.
A continuación, te presentamos algunas de las mejores posturas para trabajar de manera cómoda y evitar problemas de salud:
El trabajo es una parte fundamental de nuestras vidas. Pasamos una gran cantidad de tiempo en él y, por lo tanto, es esencial asegurarnos de que nuestras condiciones de trabajo sean las mejores posibles. Uno de los aspectos clave para lograrlo es la postura que adoptamos mientras trabajamos. ¿Has pensado alguna vez en la forma en que te sientas o te paras frente a tu escritorio? ¿Has considerado si es la postura más adecuada para ti? En este blog, descubriremos las mejores posturas de trabajo, teniendo en cuenta tanto a quienes trabajan sentados la mayor parte del tiempo como a aquellos que optan por trabajar de pie.
1. Postura erguida: trata de mantener la espalda recta y los hombros relajados, sin encorvarte ni encogerte. Asegúrate de que la pantalla y el teclado estén a la altura de los ojos y las manos para evitar inclinar constantemente la cabeza hacia abajo.
2. Postura sentada adecuada: es ideal sentarse en una silla ergonómica con respaldo recto y ajustable. Mantener los pies apoyados en el suelo o en un reposapiés. Las rodillas deben estar dobladas en un ángulo de 90 grados y los muslos paralelos al suelo.
3. Postura de pie: si trabajas de pie, asegúrate de mantener una buena postura erguida y distribuir el peso de manera equilibrada en ambos pies. Evitar encorvarte o inclinarte hacia adelante.
4. Descansos y estiramientos: realiza descansos frecuentes para estirar y mover el cuerpo. Estirar los brazos, las piernas, el cuello y la espalda durante unos minutos cada hora.
5. Postura del cuello: evita encorvar o inclinar constantemente el cuello hacia adelante. Mantén la cabeza en una posición neutral alineada con la columna vertebral.
6. Postura de las manos y muñecas: mantén las muñecas rectas y en línea con los antebrazos mientras se escribe o se utiliza el ratón. Usa un teclado y ratón ergonómicos para reducir la tensión en las manos y los brazos.
Recuerda que es importante adaptar estas posturas a tus necesidades y condiciones físicas particulares. Además, es recomendable consultar a un especialista en ergonomía para obtener recomendaciones personalizadas.
¿Qué se recomienda hacer físicamente para las personas que están sentadas en su trabajo todo el tiempo?
La postura sentada es la más común en la mayoría de los trabajos de oficina. A simple vista, puede parecer la más cómoda y la menos agotadora, pero también tiene sus desventajas. A continuación, analizaremos tanto los beneficios como los problemas asociados a esta postura:
Beneficios:
- Comodidad: trabajar sentado en una silla ergonómica puede proporcionar una gran comodidad y permitirnos concentrarnos mejor en nuestras tareas
- Menor fatiga: estar sentado puede resultar menos agotador físicamente que estar de pie, especialmente si debemos realizar actividades que requieren un esfuerzo constante
Problemas:
- Problemas de espalda: estar sentado durante largos períodos puede contribuir al desarrollo de dolores de espalda y problemas posturales a largo plazo
- Sedentarismo: el trabajo sedentario puede contribuir a un estilo de vida sedentario, lo que aumenta el riesgo de enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardíacas
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Para las personas que pasan la mayor parte de su jornada laboral sentadas, es importante tomar acciones para contrarrestar los efectos negativos de esta posición prolongada. Algunas recomendaciones físicas son:
Realizar pausas activas: cada hora, levantarse y estirar el cuerpo. Caminar un poco, hacer algunos estiramientos sencillos para los brazos, piernas, espalda y cuello. Esto ayuda a mejorar la circulación y aliviar la tensión muscular.
Fortalecer la musculatura: realizar ejercicios para fortalecer los músculos del tronco, espalda y piernas. Por ejemplo, realizar regularmente ejercicios de abdominales, lumbares, sentadillas y estocadas.
Utilizar una silla ergonómica: asegurarse de contar con una silla ajustable que proporcione soporte adecuado para la espalda baja y tenga reposabrazos ajustables. Utilizar cojines o almohadas si es necesario para mantener una postura neutral.
Hacer ejercicios de estiramiento: incluir en la rutina diaria ejercicios de estiramiento para los músculos más afectados por la posición sentada, como los isquiotibiales, los flexores de la cadera y los músculos del cuello y hombros.
Caminar durante el tiempo libre: aprovechar los descansos y los momentos libres para caminar. Dar paseos cortos fuera de la oficina o simplemente moverse en el lugar si no es posible salir.
Mantener una buena postura: mantener la espalda recta y los hombros relajados mientras se está sentado. Evitar encorvarse o encogerse en la silla.
Recuerda que es importante consultar a un profesional para obtener recomendaciones personalizadas según tu condición física y necesidades específicas.
¿Qué se recomienda hacer físicamente para las personas que están paradas en su trabajo todo el tiempo?
En los últimos años, trabajar de pie se ha vuelto cada vez más popular. Muchas personas consideran que estar de pie durante su jornada laboral es beneficioso para su salud y productividad. Veamos los aspectos positivos y negativos de trabajar de pie:
Beneficios:
- Mejor postura: estar de pie puede ayudar a mantener una mejor postura alineando correctamente nuestra columna vertebral y evitando dolores de espalda
- Quema de calorías: trabajar de pie puede aumentar nuestro gasto calórico diario, ya que requerimos de más esfuerzo físico que cuando estamos sentados
- Mayor productividad: algunas personas encuentran que trabajan mejor de pie, ya que se sienten más activas y enérgicas
Problemas:
- Cansancio: estar de pie durante largos períodos puede generar fatiga en las piernas, especialmente si no contamos con un calzado adecuado o una superficie adecuada para apoyarnos
- Riesgo de lesiones: trabajar de pie puede aumentar el riesgo de desarrollar problemas en las articulaciones, como los problemas de tobillo o rodilla
Para las personas que pasan la mayor parte de su jornada laboral de pie, es importante seguir algunas recomendaciones físicas para promover la salud y el bienestar:
Distribuir el peso de manera equilibrada: intenta no cargar todo el peso en una sola pierna. Distribuye el peso de manera equitativa en ambos pies y mantén una postura erguida.
Usar calzado adecuado: utiliza zapatos cómodos y de apoyo que se ajusten correctamente. El calzado debe tener una suela acolchada y proporcionar soporte para los arcos del pie.
Realizar ejercicios de estiramiento: realiza estiramientos regulares para aliviar la tensión en los músculos de las piernas y la espalda. Estiramientos como estirar los músculos de la pantorrilla, los isquiotibiales y los músculos de la espalda baja pueden ser útiles.
Cambiar de posición con frecuencia: si es posible, alterna entre estar de pie y sentado durante tu jornada laboral. Esto puede ayudar a aliviar la tensión en las piernas y la espalda.
Realizar ejercicios de fortalecimiento: incorpora ejercicios de fortalecimiento muscular para las piernas, como sentadillas y estocadas. Estos ejercicios pueden ayudar a mejorar la resistencia y a mantener una postura adecuada.
Utilizar descansos activos: durante los descansos, aprovecha para moverte y estirar el cuerpo. Realiza pequeñas caminatas o estiramientos para aliviar la tensión acumulada.
Recuerda adaptar estas recomendaciones a tu situación personal y consultar a un profesional de la salud si tienes alguna preocupación o necesidad específica.
Cuidar la postura es importante por varias razones
1. Prevención de lesiones: Mantener una postura adecuada ayuda a prevenir lesiones en músculos, articulaciones y huesos. Una mala postura puede aumentar el riesgo de desarrollar dolores de espalda, cuello, hombros, caderas y otras áreas del cuerpo.
2. Alivio de la tensión y el estrés: Una postura correcta reduce la tensión en los músculos y ligamentos, lo que ayuda a aliviar el estrés acumulado en el cuerpo. Esto puede tener un impacto positivo en el bienestar general y contribuir a la reducción de síntomas de estrés y fatiga.
3. Mejora de la respiración: Una postura adecuada ayuda a abrir los pulmones y permite una mejor capacidad pulmonar. Esto facilita una respiración más profunda y eficiente, lo que a su vez mejora la oxigenación del cuerpo y el funcionamiento general del sistema respiratorio.
4. Mejora de la digestión: Una postura correcta también contribuye a mejorar el funcionamiento del sistema digestivo. Al mantener el torso en una posición erguida, se facilita la digestión y se reduce el riesgo de experimentar problemas digestivos como el reflujo ácido o la constipación.
5. Apariencia y confianza: Una buena postura comunica confianza y proyecta una imagen más segura y saludable. Mantener una postura erguida puede aumentar la autoestima y la confianza en uno mismo.
Cuidar la postura es esencial para prevenir lesiones, aliviar la tensión, mejorar la respiración y la digestión, así como para mantener una apariencia segura y confiada. Adoptar y mantener posturas adecuadas en el trabajo y en la vida diaria puede tener un impacto significativo en la salud y el bienestar general.
En conclusión, no existe una postura de trabajo ideal que se ajuste a todos. La elección entre trabajar de pie o sentado dependerá en gran medida de las preferencias y necesidades individuales de cada persona. Es importante considerar factores como el tipo de trabajo que realizamos, la comodidad, la salud y la productividad.
Si trabajas sentado, asegúrate de tener una silla ergonómica que te proporcione un buen apoyo lumbar y te permita ajustar la altura y la inclinación. Además, intenta levantarte y estirarte regularmente para evitar la rigidez y los problemas de espalda.
Si optas por trabajar de pie, asegúrate de tener una superficie adecuada, como una mesa o un escritorio ajustable en altura. Además, utiliza un calzado cómodo y realiza pequeños descansos para relajar las piernas y evitar el cansancio.
En última instancia, lo más importante es escuchar a nuestro cuerpo y adaptar nuestra posición de trabajo según nuestras necesidades individuales. No hay una única respuesta correcta. ¡Lo importante es encontrar la postura que te resulte más cómoda y te permita trabajar de manera eficiente y saludable!
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